Exposition – Hommage à Jean-Jacques Vergnaud

Nutrido por los grandes maestros de la pintura, desde los primitivos italianos a los españoles, fascinado por el arte egipcio, encantado por el arte precolombino, Jean-Jacques Vergnaud nunca ha dejado de buscar su propia expresión. A veces hiperrealista, a veces figurativo, el artista rechaza toda categorización y aborda temas que le son muy queridos: la dignidad humana, el respeto y la tolerancia.

Hombre de contrastes, el artista, cuya discreción se ve traicionada por su imponente estatura de gigante, entrega obras de mundos diferentes en los que todo el mundo es susceptible de encontrarse. Contrasta los cuerpos atormentados y la violencia silenciosa de sus óleos con paisajes apacibles de acuarela.

A través de unas sesenta obras, dibujos, pinturas, esculturas y una selección de textos de entrevistas con Catherine Salez, la exposición invita a descubrir el lenguaje de este extraordinario artista.

Nacido en París en 1944, hijo de diplomático, Jean-Jacques Vergnaud pasó su infancia viajando. Su encuentro con el arte italiano fue decisivo: se convertiría en pintor. Paralelamente a la creación, ejerció la profesión de periodista hasta 1986, año en que decidió dedicarse exclusivamente a la pintura y la escritura.

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