La antigua Casa Consistorial, hoy Ayuntamiento y Salón de Bodas, fue la residencia de Victor Cognacq, viticultor que hizo fortuna en el siglo XIX.
Esta casa, construida en el siglo XIX, perteneció a Victor Cognacq, un rico viticultor. En aquella época, los viticultores de Boitais gozaban de una situación relativamente acomodada, a diferencia del norte de la isla, mucho más pobre. A diferencia de los demás habitantes de la isla, las vides plantadas en el suelo arenoso permitieron a los habitantes de Bois-Plage escapar en parte a la filoxera. Algunos incluso se enriquecieron gracias a la crisis.
En el verano del 28 de agosto de 1881, el municipio se plantea un gran proyecto: adquirir la casa de Victor Cognacq-Roy, situada justo enfrente del ayuntamiento. La idea era sencilla pero ambiciosa: transformar la casa en un nuevo ayuntamiento y utilizar la antigua como asilo para niños pequeños. La casa constaba de un edificio principal, un patio, un quiosco e incluso un estanque, que la comuna se encargó de acondicionar. Parte del edificio fue demolido y luego reconstruido con los materiales de la demolición.
Unos años más tarde, el 10 de junio de 1883, las obras se confiaron a Rigny, un contratista de La Couarde. Las obras avanzan rápidamente y, el 1 de noviembre de ese mismo año, el nuevo ayuntamiento y la escuela infantil abren oficialmente sus puertas, marcando un hito importante en la vida del pueblo.
En la fachada, diversos ornamentos, entre ellos la cabeza esculpida de Baco, dan testimonio de la pasada actividad y del esplendor de la vida de su antiguo propietario.
En el verano del 28 de agosto de 1881, el municipio se plantea un gran proyecto: adquirir la casa de Victor Cognacq-Roy, situada justo enfrente del ayuntamiento. La idea era sencilla pero ambiciosa: transformar la casa en un nuevo ayuntamiento y utilizar la antigua como asilo para niños pequeños. La casa constaba de un edificio principal, un patio, un quiosco e incluso un estanque, que la comuna se encargó de acondicionar. Parte del edificio fue demolido y luego reconstruido con los materiales de la demolición.
Unos años más tarde, el 10 de junio de 1883, las obras se confiaron a Rigny, un contratista de La Couarde. Las obras avanzan rápidamente y, el 1 de noviembre de ese mismo año, el nuevo ayuntamiento y la escuela infantil abren oficialmente sus puertas, marcando un hito importante en la vida del pueblo.
En la fachada, diversos ornamentos, entre ellos la cabeza esculpida de Baco, dan testimonio de la pasada actividad y del esplendor de la vida de su antiguo propietario.