Una sabrosa isla

¡El descubrimiento del territorio es también una oportunidad para hacer vibrar sus papilas gustativas en la degustación de productos de calidad!

¿Una cena gastronómica, un bar, una terraza en el puerto, una mesa con las patas en el agua, una cabaña ostrícola en medio de la marisma? Hay numerosas oportunidades de deleitar nuestro paladar y gusto con los sabores locales de la isla de Ré.

EL REPETO DE LA TRADICIÓN Y DEL GUSTO

Desde la llegada de los monjes cistercienses a la isla de Ré en el siglo XII, el trabajo de la viña, la producción de sal, la horticultura o incluso la cría de ostras han ido conformando los paisajes de una rara belleza y forjando el saber hacer, que constituyen la identidad y la autenticidad de la isla de Ré.

Entre la tierra y el mar, la viticultura y la salicultura conforman la realidad económica, junto con la explotación de los recursos del océano. Estas actividades ancestrales desempeñan un papel esencial en la vitalidad de la economía insular y en la preservación del saber hacer transmitido de generación en generación.

LA SALICULTURA

Al norte de la isla, las marismas de Loix y de Ars en Ré se extienden hasta donde alcanza la vista. Desde siempre, aquí se cultiva el "oro blanco" de la isla: la sal marina y la delicada flor de sal, que perfuma delicadamente los platos. En verano hay alrededor de 90 salineros, que cosechan la sal a mano en 400 ha, ejecutando los mismos gestos ancestrales durante el crepúsculos.

LA OSTRICULTURA

En toda la isla, el trabajo de los 62 ostricultores de la isla de Ré está marcado por el ciclo del agua y de las mareas, para producir 6 000 toneladas de ostras, es decir, aproximadamente el 4% de la producción francesa. La ostra crece en mar abierto, madura en los ostreros o las marismas, adoptando el color verde del mar y los sabores de la brisa marina y avellanas. A continuación, la ostra será degustada en las cabañas ostrícolas situadas a lo largo de los carriles bici, que son una parada perfecta para una pausa gastronómica.

LA VITICULTURA

Con 580 ha de viñedos, cerca de 60 viticultores, agrupados bajo la dirección de una bodega cooperativa, ofrecen una gama de vinos de pays charentais, pineaux y cognac. Las primeras cosechas de cultivo ecológico, las más cercanas a la naturaleza, han logrado un gran éxito entre los consumidores.

LA HORTICULTURA

Fundada en 1933, la cooperativa hortícola aspira a reunir las producciones nuevas de los diferentes agricultores. El emblema de los agricultores de la isla de Ré: La Patata Nueva, de tamaño pequeño, fundente, dulce y con un ligero sabor a avellana, obtuvo en 1998 la primera D.O.C. (Denominación de Origen Controlado) de Francia, entregada por el INAO (Instituto Nacional de Denominaciones de Origen) para un producto fresco.