Una naturaleza prolífica

Marais Ile de Ré

La naturaleza de la isla, única y protegida, acoge un ecosistema terrestre y marino vulnerable.

Hay una verdadera política voluntarista de sensibilización financiada gracias a la ecotasa que cada vehículo paga al llegar a la Ile de Ré, a la entrada del puente. Así, la biodiversidad, protegida con un inventario completo de gran riqueza, se ofrece a los visitantes ansiosos por descubrir la Ile de Ré en sus diferentes días.

LA ISLA, PARÁISO DE AVES Y DE MARIPOSAS

Con 218 especias contabilizadas, la Ile de Ré es el paraíso de las aves que representan un interés faunístico principal, concretamente las aves acuáticas invernantes (65 especies) y las aves migratorias (56 especias), a las que hay que añadir la avifauna nidificadora.

Hay seis especies invernantes, para las que la Ile de Ré es un lugar con una importancia internacional que consigue cada año la Convención RAM-SAR de 20 000 limícola (pequeñas aves).

La Ile de Ré, al estar situada en el centro del principal eje migratorio que une África, la área de invernación y todas las áreas de reproducción desde el Norte de Canadá a Siberia, es el punto de convergencia de las aves que viajan en otoño hacia Francia.

En cuanto a las especies nidificadoras, los principales intereses ornitológicos de la isla se prestan a las aves de los bosques y de vegetaciones arenosas, además de la gran diversidad de aves de las marismas, entre las que se encuentran las avocetas y las cigüeñuelas. Situada al norte de la Ile de Ré, la Reserva Natural de Lilleau des Niges, gestionada por la Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO), ofrece a lo largo de todo el año numerosas observaciones y actividades sobre las aves, para toda la familia.

Entre las 41 especies de mariposas, descubra la increíble historia de la hormiguera de lunares, una mariposa única que se puede encontrar en los jardines de Rivedoux-Plage, o incluso la pandora, más abundante, que se puede observar en entornos arbolados, sin olvidar las 28 especies de libélulas.

MOLUSCOS Y CRUSTÁCEOS EN LA ZONA INTERMAREAL

Con una belleza y una riqueza inigualables, la zona intermareal de la isla, es esta parte del litoral que se cubre y descubre con las mareas y acoge una fauna y una flora prolíficas. Los niños adorarán descubrir en los agujeros del agua una multitud de moluscos y crustáceos: caracoles de mar, mejillones, almejas, navajas o incluso cangrejos y gambas, sin olvidar las esponjas y las estrellas de mar. Durante las grandes mareas, con un gran coeficiente, estas llanuras rocosas que se pueden aprecian sin límite forman el paraíso de los pescadores a pie, que acuden tanto por la belleza de pasear como por pescar gambas y cangrejos. La flora de la zona intermareal está formada por 84 especies, 9 de ellas poco comunes.

Estos ecosistemas frágiles son objeto de una información y una sensibilización continua para los visitantes, además de una ayuda sobre el terreno para los ecoguardas.